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ivir con la pandemia no fue fácil en ninguna parte del mundo, en Brasil no fue diferente. El día 26 de febrero de 2020 se confirmó el primer caso de COVID-19 en mi país y 14 días después se declaró la pandemia.

Tan pronto como se declaró la pandemia, mi ciudad (Cafelândia, Paraná) inició procesos para controlar el virus... las mascarillas, el alcohol en gel y el distanciamiento social fueron medidas tomadas de inmediato, así como la suspensión de actividades comerciales no esenciales. Obviamente, el miedo fue nuestro compañero diario, durante un tiempo que parecía no terminar.

Las actividades de las escuelas públicas de Paraná fueron suspendidas el 16 de febrero de ese mismo año, por tiempo indefinido. Lamentablemente el inicio de la enseñanza a distancia tardó en llegar, lo que provocó una ruptura en el año escolar y a su vez en estudiantes un daño en relación con el conocimiento.

Yo estaba en el primer año de secundaria cuando hubo un cambio en el sistema en línea. Mi estado inició un proyecto llamado “Aula Paraná”, básicamente había maestros(as) de la red estatal que enseñaban a través de una aplicación estatal, y las evaluaciones se realizaron a través de la aplicación “Google Classroom”. Así fue durante todo el 2020, donde todas y todos los alumnos fueron aprobados para el próximo año.

El 2021 empezó de la misma manera, en línea. Tiempo después surgió la idea de la enseñanza híbrida, pero realmente no funcionó.

El 21 de julio de 2021 fue un día que quedó en la historia de Brasil, el día que marcó el regreso de las clases presenciales, el uso de mascarilla en todo momento siguió siendo obligatorio, la cafetería de la escuela permaneció cerrada y todavía se recomendaba el distanciamiento.

El día 30 julio de ese año, otra victoria: se empezó a aplicar la primera dosis de vacunas para jóvenes de 16 y 17 años, a partir de ese día todo empezó a volver como lo conocíamos.

Fue un momento muy difícil donde, sí, nos perjudicaron, sabemos que nunca volveremos a la normalidad, pero sí necesitamos acostumbrarnos a la “nueva normalidad”. La pandemia nos ha enseñado muchas cosas, nos ha enseñado que todo puede pasar.

Bueno, actualmente estoy estudiando en la Escuela de Nivel Medio Superior de Guanajuato de la UG, en la ciudad de Guanajuato, México, en el 5to semestre del Bachillerato de Artes. Es una oportunidad única poder estudiar arte aquí, donde se valora el arte, vengo de un lugar donde las clases de arte no son comunes, pero llegué a una institución que me hizo ver esta disciplina con otros ojos.