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avances cientificos

como

Conocida en México por sus usos diversos, los orígenes de este peculiar ejemplar se tienen en el sur de Europa, continente en el que se empleó mayoritariamente para cuestiones farmacéuticas, aunque países como España le veían como un afrodisiaco que atraía el amor. Ya los griegos y romanos (como Hipócrates y Plutarco) reconocían sus eminentes virtudes, siendo su impacto tal, que se le introdujo en América, algunas regiones de Asia y en Sudáfrica.

Las raíces folclóricas de esta planta vienen ligadas a la alquimia y demonología. A lo largo de los años, principalmente en Medio Oriente y en las Europas, se le han atribuido cualidades místicas: se le pensaba como un amuleto poderoso contra los actos herejes de brujería, como el mal de ojo, siendo que además las brujas temían de su olor

Sin embargo, ya alejados del contexto de lo mágico, prontamente se descubrió su capacidad para aliviar malestares estomacales, ulceraciones gástricas e intestinales, desórdenes menstruales, entre otros.

Resalta entonces lo siguiente: ¿a qué debe la ruda estas cualidades?

La respuesta nos la regalan la biología y la química: los metabolitos. Estas sustancias químicas producidas por Ruta Graveolens (como le conocen los científicos) tienen efectos varios y son un grupo diverso.

Encontramos a los flavonoides, quienes poseen beneficios similares a la vitamina C, contando adicionalmente con alto potencial antioxidante y antiinflamatorio, lo que los vuelve idóneos para prevenir enfermedades crónicas, cardiovasculares e inclusive algunos tipos de cáncer. Contiene también las ampliamente estudiadas cumarinas, destacadas por sus efectos anticoagulantes y antitumorales, existiendo algunos derivados, como las furanocumarinas, cuyo uso es auxiliar en enfermedades cutáneas.

Los taninos le confieren beneficios gástricos: son altamente antiinflamatorios. Están presentes algunos esteroles que ayudan a regular la cantidad de colesterol en el organismo. Por último, dentro de la amplia gama de metabolitos de la ruda, tenemos a los alcaloides, estos químicos actúan sobre el sistema nervioso central y tienen un uso relajante/ analgésico, aunque pueden ser altamente estimulantes, siendo un arma de doble filo: dosis elevadas tienen consecuencias graves, pues resultan neurotóxicos, sobre todo en pacientes con afecciones como epilepsia. El abuso general de la dosis de los metabolitos de la ruda conduce a irritación uro-genital; la dosis máxima recomendada es (variando la presentación) de 0.5 a 1 mL de extracto líquido (1:1 en 25%) tres veces al día, 1 o 2 cucharadas de la hierba en una taza de agua tres veces al día, o de 3 a 4 gotas de tintura en media taza de agua. Es muy importante tener presente que el uso de la ruda está contraindicado en el embarazo.

A pesar de estos contados efectos nocivos, se ha descubierto en la ruda una vía de auxilio en tratamientos médicos para enfermedades como carcinomatosis y sarcomatosis peritoneal, donde los alcaloides ayudan a disminuir la tasa de división descontrolada, e inducen la muerte celular en los tumores. Otros de sus componentes, como la rutina/vitamina P (derivada de los flavonoides más abundantes en la planta), inhiben a la enzima MAO-B, responsable de la enfermedad de Parkinson, promoviendo además la producción de dopamina, neurotransmisor clave en dicha enfermedad. Se abre también una ventana en las terapias del alzheimer, pues los tratamientos en los que se incluyen los metabolitos de la ruda presentan efectos positivos, principalmente atenuando la pérdida de memoria.

 

1 SELBE es un grupo organizado de la Licenciatura en Biología Experimental de la Universidad de Guajuato fundado por la alumna Paulina Sofía Castillo Chible con la finalidad de promover la integración e identidad de la comunidad estudiantil, así como entre el alumnado de la División de Ciencias Naturales y Exactas, a través de actividades multidisciplinarias

Bibliografía

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automedicacion

En México, los datos más recientes indican que una de cada cinco personas podría tener al menos un trastorno mental en algún momento de su vida1. Los trastornos de ansiedad son los más prevalentes (14.3% de la población) y los más crónicos, seguidos por los trastornos por consumo de sustancias (9.2%) y los trastornos afectivos (9.1%), de los cuales la depresión es la más predominante (7.2%). Los trastornos de ansiedad y depresión ocurren con mayor frecuencia en mujeres que en hombres2

La edad de inicio de la mayoría de los trastornos psiquiátricos es alrededor de los 21 años3. La región centro occidente de México tiene la mayor prevalencia de trastornos mentales, que es de 36.7%, mientras que la prevalencia nacional es de 28.6%4. Según Valencia (2018) menos del 10% de los pacientes con trastornos de ansiedad y depresión en México buscan atención médica. Sin embargo, los fármacos psiquiátricos actuales pueden inducir efectos secundarios, como disfunción sexual, síndrome metabólico, dependencia, aumento de peso, etcétera5. Esto provoca que algunos pacientes recurran a automedicarse con productos alternativos como las hierbas medicinales. La palabra automedicación se refiere al uso de algún producto de tipo medicinal sin consular al médico. Aproximadamente 49 especies de plantas se utilizan en la medicina tradicional mexicana para el tratamiento de la ansiedad y la depresión, sin embargo, solo el 59% de estas plantas han sido estudiadas científicamente en modelos preclínicos y solo el 8% se han estudiado en ensayos clínicos6; esto indica claramente que muchas de estas plantas no deben usarse en humanos porque la mayoría de estos estudios se han realizado en una etapa preclínica, es decir solo se han probado en células y en animales de laboratorio.

En una investigación realizada por nuestro grupo de trabajo, basada en encuestas con personas que viven en estados pertenecientes a la región centro occidente de México, encontramos que el 61.9% de los participantes se automedicaron con productos a base de hierbas para tratar síntomas asociados con la ansiedad y/o depresión. Esta cifra ha sido la más alta reportada en el mundo para la automedicación con síntomas asociados con la ansiedad y depresión. El género femenino, la edad (> 40 años), un bajo nivel educativo (primaria y secundaria), estado civil soltero (a), el desempleo, tener un programa de seguro médico privado, ser diagnosticado con enfermedad mental, el uso de medicación psiquiátrica y el consumo de drogas fueron los factores asociados a la automedicación. Los encuestados que presentaron una o más de estas características mostraron altas probabilidades de automedicarse para tratar síntomas asociados a la ansiedad y/o depresión.

las plantas medicinalesLas plantas medicinales más utilizadas para tratar los síntomas fueron: 1) flor de naranjo [Citrus × aurantium L. (Rutaceae)], 2) manzanilla [Matricaria chamomilla L. (Asteraceae)], 3) valeriana [Valeriana edulis Nutt. (Caprifoliaceae)], 4) tilia [Tilia mexicana Schltdl. (Malvaceae)] y 5) pasiflora [Passiflora edulis Sims (Passifloraceae)]. La mayoría de estas plantas se utilizaron durante al menos de 1 a 3 meses y fueron recomendadas principalmente por un familiar o amigo. Las plantas medicinales se combinaron con al menos otra planta medicinal en el 61.2% de los casos.

La mayoría de los participantes percibieron una mejora en su estado de salud mental después de consumir las hierbas medicinales. Sin embargo, esta mejoría es solo perceptiva de parte del paciente, nosotros no pudimos evaluar esa mejoría en su estado cognitivo. Muchas de las plantas que se mencionan en el estudio aun no se han probado en estudios clínicos. Existen medicamentos herbolarios aprobados por COFEPRIS que contienen algunas de las plantas mencionadas en este estudio, pero es importante recalcar que un médico es quien debe prescribir esta clase de fitomedicamentos.

Nuestro estudio también encontró que el 25.3% de los encuestados combinan plantas medicinales y medicamentos psiquiátricos. Debido a esta práctica, encontramos la presencia de reacciones adversas de las cuales las más frecuentes fueron somnolencia (20.2%), seguidas de mareos (16,3%), fatiga/ cansancio (12.5%), náuseas/vómitos (10.6), dolor de cabeza (8.7%), ansiedad (6.7%) y otros (25%) que incluyen temblores, insomnio, alucinaciones, nerviosismo, miedo, ira, depresión, hambre, diarrea, gastritis, dolor de estómago, taquicardia y sudoración. Esta información pone en evidencia el riesgo que conlleva la combinación de plantas medicinales usadas para el tratamiento de trastornos asociados con la ansiedad y depresión y medicamentos psiquiátricos. Aunque este tipo de reacciones adversas no ponen en riesgo la vida del paciente, la combinación y uso constante de fármacos psiquiátricos y plantas medicinales sin recomendación médica sí.

Nuestro grupo de investigación evaluará farmacológicamente la interacción entre plantas medicinales y medicamentos psiquiátricos para entender por qué están ocurriendo reacciones adversas.

 

1 Valencia, 2018.

2 Medina-Mora, et al., 2007.

3 Rafful, et al., 2012.

4 Medina, et al., 2003

5 Gao, et al., 2011

6 López-Ruvalcaba y Estrada-Camarena, 2016

Bibliografía

Gao, K., Kemp, D. E., Fein, E., Wang, Z., Fang, Y., Ganocy, S. J., & Calabrese, J. R. 2011. Number needed to treat to harm for discontinuation due to adverse events in the treatment of bipolar depression, major depressive disorder, and generalized anxiety disorder with atypical antipsychotics. The Journal of Clinical Psychiatry 72(8), 1063–1071.

López-Rubalcava, C., & Estrada-Camarena, E., 2016. Mexican medicinal plants with anxiolytic or antidepressant activity: Focus on preclinical research. Journal of Ethnopharmacology 186, 377-391.

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Valencia M. 2018. Remisión y recuperación funcional. En: depresión, trastornos bipolar y esquizofrenia. APM Ediciones y Convenciones en Psiquiatría. ISBN: 978- 607-8512-88-1